lunes, 9 de septiembre de 2024

Confesiones de dolor

Una forma adecuada de cerrar el día es liberar el sufrimiento que tanto nos ha marcado, solo para comprobar si aún nos duele. Es un tipo de trampa, el miedo de mirar atrás y enfrentarse a lo que nos atormenta. 

Quiero permanecer callada, tengo demasiadas palabras que se escapan de mi corazón, siento un amor tan abrumador que no comprendo cómo podemos vivir sin padecer. Mi mente no da abasto para comprender tantas formas de pensar, si supieran que puedo leer las emociones en sus ojos, y me pregunto cómo hablar de esto, porque la vida no avisa.

Muchas personas están tan enfocadas en sí mismas, probando pocos placeres, dejando tantas oportunidades sin explorar. Hay tanto potencial, y la mente humana es invaluable, pero nos desgastamos simplemente en sentir. Llegamos tan exhaustos de la vida que no encontramos espacio para pensar o reflexionar una vez más. Me quedo despierta conmigo misma, sabré qué hacer. No seríamos humanos si no fuéramos expulsados alguna vez, y si lo piensas bien, eso nos da la oportunidad de plantar nuestras raíces, de vivir nuestra vida, de disfrutar quienes somos.

El encuentro fue tan difícil que, ¿por qué perderlo ahora que ya nos hemos encontrado?

Liberar el dolor es como sacarse sangre de a poquitos.




 

Entre el cielo y la tierra

Entre el cielo y la tierra Veo la vida de forma audaz; a veces siento que quiere ganarme y vivo en una lucha constante por superarla. Pero a...